Las medidas para avanzar hacia una gestión ambientalmente responsable de los residuos deben estar basadas en la reducción y el reciclaje.
La gestión de los residuos en la Unión Europea debe mejorarse con vistas a preservar y mejorar la calidad del medio ambiente, proteger la salud humana y garantizar la utilización prudente y racional de los recursos naturales para avanzar hacia una economía más circular.
Así de concluyente es el texto de inicio de la Directiva 2018/852 del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de mayo de 2018 relativa a los envases y residuos, que fija un objetivo común para reciclar el 65% de los residuos de envases en 2025, y el 70% para 2030.
Está claro que la economía europea no puede seguir desperdiciando el enorme yacimiento de materias primas secundarias que representan los diferentes flujos de residuos de envases. En ese sentido ya era hora de que la UE llamara al orden a los países que se nos ponen como ejemplo a seguir en reciclaje de envases vacíos cuando en realidad lo que hacen es quemarlos.