Hemos llegado a septiembre de 2020, la incineradora de San Sebastián ya está construida, en los últimos meses están realizando pruebas (quemando basura) y a corto plazo tienen previsto poner en marcha definitivamente esta instalación que durante muchos años han impulsado grupos políticos (PNV, PSE), Diputación Foral, GHK y empresas (Urbaser, Murias, LKS, Altuna y Uria, etc.). Sus chimeneas están humeando durante estos meses y por desgracia pronto se podrá demostrar que los tóxicos que muchas veces hemos denunciado se están extendiendo por la zona.

Mientras tanto quienes durante muchos años estamos en contra de la incineración y a favor de una gestión racional de los residuos seguimos y seguiremos luchando, porque como se ha dicho muchas veces hay una alternativa más sana, ecológica y barata que la incineración.

Esta alternativa se ha puesto en marcha en la mayoría de los municipios de Gipuzkoa, lo que ha provocado que en el periodo 2009-2019 se haya reducido la cantidad de fracción rechazo  de los residuos urbanos en 100 000 toneladas/año (238 000 toneladas en 2009, 138 000 toneladas en 2019), lo que supone un 42% menos. En estos pueblos se están recogiendo selectivamente entre el 60% y el 85%, y en muchos casos generan menos de 100 kg de rechazo al año por habitante. Han dado pasos importantes pero tienen que seguir mejorando.

Por otro lado, en Gipuzkoa hay unos pocos municipios, pero con mucha población, que en los últimos años poco o nada han hecho para mejorar la recogida selectiva de residuos. Irun, Hondarribia, Lasarte, Elgoibar… y al frente de todos Donostia. En estos pueblos recogen selectivamente entre el 40 y el 50%  y generan más de 200 kg de rechazo al año por habitante. En ellos se concentra la mitad de la población de Gipuzkoa y generan más de tres cuartas partes del rechazo. Es urgente que los Ayuntamientos de estos pueblos hagan un cambio del sistema de recogida y establezcan un sistema eficaz de recogida selectiva.

El caso de Donostia es realmente significativo; en 2019 se han generado 288 kg de rechazo por habitante, la mayor cantidad de Gipuzkoa y en los últimos cinco años no ha habido ninguna mejora. Donostia ha generado en 2019, 53 000 toneladas de rechazo, más de la mitad de lo que puede quemar un horno de la incineradora, siendo Donostia el principal suministrador de combustible de la incineradora. Y el Ayuntamiento no tiene ninguna voluntad de cambiar esta situación; no le importa ser campeón de Gipuzkoa de basura; no le importa estar 8 puntos por debajo de la recogida selectiva del 50% exigida por Europa para 2020; no le importa que sean reciclables tres cuartas partes de lo que va al contenedor gris; no le importa que la cantidad de materia orgánica que se recoge en Donostia sea menos de la mitad de la media guipuzcoana.

Ante esta situación, el Movimiento Antiincineración llama a participar en la Cadena Humana que comenzará el 13 de septiembre a las 11 de la mañana en Alderdi Eder, frente al Ayuntamiento. A diferencia de años anteriores, en esta ocasión la Cadena Humana irá por la playa hasta la Perla y regresará al lugar donde ha partido por el paseo, sin parar en el trayecto, manteniendo la distancia de seguridad entre las personas.

GOIA, RAMOS: RECICLAJE SÍ, INCINERACIÓN NO.
VUESTROS NEGOCIOS DAÑAN EL MEDIO AMBIENTE Y LA SALUD.
VUESTRA BASURA DESTRUYE EL PLANETA.